Evidentemente invertir en los empleados tiempo y afecto permite sacar lo mejor de cada uno de ellos, y mucho más en esta época del Covid 19.
No hay una fórmula mágica para motivar al personal, puesto que hay muchas variables que influyen en cada empresa y en cada persona, pero está científicamente demostrado que la inteligencia emocional en la relación del jefe con el resto del equipo resulta crucial para el compromiso, más cuando no vemos al integrante de nuestro equipo que está trabajando desde su casa.
Lo fundamental a lograr es compromiso, tenemos que confiar y tienen que
confiar en nosotros. Antes de gestionar correctamente el equipo, la clave es motivar a las personas adecuadas, aquellas personas que sean capaces de generar compromiso, el de él y el de los demás. Hoy queda demostrado el interés con el puesto que ocupa alineado en los objetivos personales del empleado y el verdadero interés por la empresa. Las personas que sienten pasión por lo que hacen son las más productivas y comprometidas, se ponen rápidamente la “camiseta” de la empresa, generan un muy buen ambiente de trabajo, y en estos momentos se transforma en un ejemplo para el resto .
Escuchar y comprender que los empleados no son máquinas. Abrir y mantener diversos canales de comunicación es fundamental para construir una relación de confianza a la distancia. Antes de felicitar o de castigar, o de tomar cualquier decisión es necesario comunicarse con la persona en cuestión, y averiguar lo que está funcionando o lo que no. Escuchar a los empleados hace que se sientan más valorados y por consiguiente, construye una ética de trabajo más fuerte. Hoy debemos invertir tiempo en escucharlos más.
En épocas de crisis como la actual hace que no siempre se vean estas situaciones descriptas como muy convenientes primando otras, sin embargo hay que entender que los trabajadores están poniendo su talento al servicio de la PyME y están haciendo un esfuerzo trabajando a distancia. Por lo tanto, es justo que la empresa trate de recompensarlo y qué mejor manera que reconocerlo a nivel emocional.
¡Ya hace mucho tiempo que ha quedado claro que no es el dinero lo que genera el compromiso y retiene el talento!